Gestión del estrés para padres tras el diagnóstico de TDAH
La paternidad no viene acompañada de un manual de instrucciones. Son múltiples las dudas que van surgiendo a lo largo de cada de una de las etapas del desarrollo por la que nuestros hijos van pasando. Sin embargo, nuestro potencial instintivo como padres, nos va ayudando a solventar cada una de las circunstancias que nos vamos encontrando. No obstante, si a todas estas dificultades le sumamos la presencia de un Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), las dudas y miedos se duplican.
Vivimos en una sociedad en la que el ser humano está expuesto a múltiples estresores tales como trabajo inestable o paro prolongado, problemas económicos, suma de tareas cotidianas, dificultad para conciliar la vida familiar y laboral, etc. El nacimiento de un hijo puede ser un factor estresante derivado de todos esos miedos iniciales a los que los padres se tienen que enfrentar. Sin embrago, la presencia de TDAH supone un estresor añadido y mantenido en el tiempo de manera crónica, con todas las consecuencias que este tipo de estrés puede conllevar a la persona. Por tanto, en el presente artículo os ofrecemos algunas recomendaciones para mitigar el impacto del diagnóstico de TDAH en tu hijo.
El primer paso es conocer y tener información de calidad sobre las características de dicho trastorno. La psicoeducación permite a la familia una mayor comprensión sobre el trastorno, su abordaje y tratamiento. De esta manera, disminuimos la carga emocional y el estrés generado tras su diagnóstico.
¿Qué es el TDAH?
Según el DSM-V (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales de la Asociación Americana de Psiquiatría) el TDAH se caracteriza por:
- Un patrón persistente de inatención, hiperactividad e impulsividad que interfiere en el funcionamiento y en su desarrollo.
- Presenta alta comorbilidad con otros trastornos, principalmente con el trastorno negativista desafiante, trastornos de conducta, trastornos de ansiedad, trastornos del estado de ánimo, tics y trastornos del aprendizaje.
- Los síntomas se presentan antes de los 12 años y suelen manifestarse en torno al inicio de la edad escolar (6 años aproximadamente).
- Estas conductas presentan una intensidad y frecuencia superior a la normal para su edad.
- Estas conductas causan un deterioro importante o interfieren de forma significativa en el rendimiento del niño en dos o más de los ámbitos de su vida: escolar o laboral, familiar y social.
- No son causadas por otro problema médico, por los efectos del consumo de tóxicos u otro problema psiquiátrico.
- La principal causa apunta a un origen genético debido a una alteración en el proceso madurativo de algunas regiones cerebrales.
- Es uno de los trastornos más frecuentes en la infancia.
Resumiendo,
Las principales características del TDAH:
- Déficit en la realización de cualquier actividad que requiera:
- Concentración.
- Tranquilidad.
- Autocontrol.
Por ejemplo: no escuchan, hablan excesivamente, no retienen información, les cuesta mantener la atención en una misma tarea, nunca se están quietos, les cuesta seguir normas y no respetan los turnos, interrumpen, son incapaces de jugar o de ocuparse tranquilamente en actividades recreativas, no responde cuando se le habla y parece estar en una nube todo el día, se les pide una cosa y a los 5 minutos se le encuentra haciendo otra, etc.
- Consecuencias:
- Problemas académicos y de aprendizaje: lectura, escritura, memoria.
- Problemas de conducta y dificultades de comportamiento tanto en la escuela como en casa y/o con los compañeros.
- En ocasiones, problemas en las relaciones sociales, inseguridad y aislamiento.
- Problemas emocionales como ansiedad, depresión, irritabilidad, baja autoestima, etc.
Por tanto, una vez que disponemos de información clara y conocemos el trastorno…
¿Qué pueden hacer los padres para reducir el estrés generado por esta situación?
- Infórmate sobre el tratamiento y manejo del TDAH en los diferentes ámbitos de la vida de tu hijo.
- Busca apoyo en asociaciones. El contacto con otros padres que estén pasando por una situación similar puede disminuir esa sensación de estrés.
- Estructurar el ambiente familiar y mantener hábitos, rutinas, horarios así como normas claras y consistentes para ayudar a tu hijo en el camino hacia el aprendizaje, autorregulación y autocontrol.
- Busca un tratamiento multidisciplinar e individualizado en el que se tenga en cuenta al niño pero también a su ambiente familiar y escolar. Por tanto, el tratamiento que se ha demostrado ser más eficaz para el manejo del TDAH es aquel que combina:
- Tratamiento psiquiátrico
- Tratamiento psicológico cognitivo-conductual.
- Tratamiento psicoeducativo para padres y profesores.
Pero también lo padres deben tener en cuenta…
- Identifica las señales de estrés que tu cuerpo manifiesta, tales como falta de energía, cansancio extremo, dificultades para dormir, irritabilidad, apatía, ansiedad, etc.
- Busca tiempo para ti. Todos necesitamos un ratito de desconexión para realizar actividades que nos gusten y nos relajen. A veces ese tiempo parece una misión imposible. No obstante, es fundamental organizarse entre la pareja, pedir ayuda de algún familiar para poder dedicarnos un ratito al menos a la semana para nosotros mismos y poder así recargar pilas.
- Mejora tu estilo de vida: dieta saludable, practica ejercicio físico y la relajación.
- Descansa lo suficiente.
- Exprésate y habla con tu pareja. La unión hace la fuerza!
- Busca ayuda y/o orientación de un profesional de la psicología si te sientes desbordado.

PsicoAbreu, psicólogos en Málaga. Gabinetes de Psicología y Psicoanálisis desde 1995.
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